El 9 de noviembre de 1989, un acontecimiento histórico era retransmitido en directo a través de todas las televisiones del mundo: miles de berlineses se apiñaron de manera espontanea frente al muro que había separado durante 30 años los dos sectores de la ciudad. Aquello significó el final de la división entre las dos Alemanias y el fin del bloque comunista. Los días siguientes, muchos de los ciudadanos armados de martillos se llevaron trozos de recuerdo de aquel muro. Algunos los venden aun en tiendas de souvenirs en los aledaños de East Side Gallery en Berlín y que con 1,3 km de longitud es la sección del muro más grande que se conserva en la actualidad. Otras fragmentos han viajado a diversos países. desperdigándose universalmente con lo que existen unos 400 lugares en todo el mundo, donde pueden ser visitados. Se encuentran en sitios tan dispares como la frontera de las dos Coreas, una estación de ferrocarril en Mónaco o un urinario en Las Vegas (EE.UU.) España no fue una exce...
Detalles desapercibidos, curiosidades y visitas alternativas de Madrid y sus alrededores.