Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2023

Escultores urbanos: Eduardo Chillida

Eduardo Chillida (San Sebastián 1924-Ibídem 2002) comenzó estudios de  Arquitectura en Madrid que no terminó para finalmente centrarse en la Bellas Artes. En vida recibió varios premios como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en Madrid en 1981, el Premio Europeo del Arte  en Estrasburgo en 1983, el Grand Prix des Arts et Letres de Paris en 1984, el Premio Imperial Japonés en 1991 y sobre todo el Premio Principe de Asturias de las Artes en 1987. En sus últimos años trabajó en su museo Chillida-Leku en Hernani (Guipúzcoa) y quedó pendiente su trabajo en la montaña de Tindaya en Fuerteventura (Islas Canarias). Comenzando a modelar obras figurativas, poco a poco tiende hacia la abstracción. Comienza a experimentar con el hierro, explorando en su obra conceptos como el espacio, el volumen, la luz y la sombra a través de líneas curvas y rectas intentando que los elementos naturales formen parte de la escultura. Un ejemplo de ello es su famosa escultura El Peine del Viento en Sa

Puerta de La Latina

 El Hospital de la Concepción de Nuestra Señora, fue fundado en 1499 Francisco Ramírez de Madrid, alias "El Artillero" (1445-1501) militar, secretario y consejero de los Reyes Católicos y por su segunda mujer, Beatriz Galindo (1465-1535) escritora, humanista y preceptora de Isabel I de Castilla y por cuyo sobrenombre de  "La Latina", fue conocido, casi desde el comienzo, dicho hospital.  Éste se encontraba en la calle Toledo, esquina con la plaza de la Cebada. Su construcción se debe  Gonzalo Fernández, nombre por el que se hacía llamar el maestro mudéjar Hazán. Un alarife musulmán que realizaba obras en Madrid entre finales del siglo XV y principios del XVI, como así consta en el testamento de Francisco Ramírez: "Otrosi por quanto yo tengo comenzado a hazer edificar una casa para Ospital en el Arrabal desta villa de Madrid, como van de mis casas a San Francisco, a la mano derecha, cerca de San Myllán, (...) Pero si a Nuestro Señor plugiere que antes puesto yo,

El antiguo escudo de Madrid

  Antiguo escudo en el monumento de Tirso de Molina (1943)   La osa y el madroño son símbolos que siempre han sido representados en el escudo de Madrid, siendo descrito de esa manera en términos heráldicos  : "De plata, una osa de sable apoyado en un madroño de sinople o natural frutado de gules. Bordura de azur cargada de siete estrellas de seis puntas plata. Al timbre, corona real abierta". Se sabe que el Concejo de Madrid portaba la enseña del oso (u osa) negro en campo de plata en la Batalla de las Navas de Tolosa. Las siete estrellas hacen alusión a las de la Constelación de la Osa Menor. Sin embargo durante algo más de un siglo de (1859 hasta 1967) el escudo de la ciudad no ha sido como lo conocemos ahora. Se cuenta que en 1569, al derribar la muralla de Puerta Cerrada, se encontró una piedra con un dragón grabado en ella. Desde entonces el dragón (otros autores aseguran que es un grifo) ha acompañado a la ciudad, reforzándose con una falsa leyenda que en tiempos de Fel