Curiosa Novis Madrid

Un trozo de la historia de Madrid se encuentra en el interior de un anodino garaje subterráneo y constituye una agradable sorpresa para aquellos que buscan aparcamiento por las inmediaciones  del Palacio Real. En efecto; se trata de los restos de la llamada Torre de los Huesos, construida en el siglo XI por los habitantes musulmanes del Madrid de aquella época cuando aún se llamaba Maǧrīţ.  Se trataba de una torre de vigilancia situada en el exterior del recinto amurallado, junto al cauce del antiguo Arroyo del Arenal, establecida aquí dos siglos después de la construcción de las murallas musulmanas en el siglo IX. Su función consistiría en avisar del posible acercamiento de tropas de los reinos cristianos del norte en sus incursiones de saqueo por esta zona del centro de la Península. El nombre de esta atalaya deriva de la Huesa del Raf, el antiguo cementerio islámico, en cuyas cercanías se hallaba la torre. Cuando Alfonso VI conquistó la ciudad, la torre pasó a formar parte de la mur

La situación de Madrid en el centro de la Península Ibérica no fue un capricho de Felipe II a la hora de trasladar aquí la capitalidad de España. El estar situada en el centro de la Península Ibérica le permite a un acceso equidistante a todas las zonas del país, tanto desde un punto de vista político, militar, de suministros, etc. Por ello Madrid es el Km 0 perfecto para que desde aquí partan todas las carreteras radiales y por ello está señalizado en la Puerta del Sol como todos sabemos. ¿Pero que papel jugaba esta zona de España en tiempos antiguos cuando Madrid aun no existía? Ciertamente, a excepción de Complutum (Alcalá de Henares) no era una zona con núcleos importantes de población, pero no es menos cierto que por la actual Comunidad de Madrid transcurrían varias de la vías romanas más importantes que cruzaban la Península Ibérica en aquel momento. Sabemos a través  de  El itinerario de Antonino ;   una recopilación de vías romanas encargada por el emperador Caracalla a princi

(Ángeles Rodríguez Hidalgo 1900-1993) fue una mujer humilde que al enviudar a los 41 años, alternó trabajos para criar a sus cinco hijos. Vivía en el barrio de Vallecas, donde el rock, especialmente en su versión heavy metal era muy popular en la década de 1980, en contraposición a otras zonas de Madrid donde comenzaban a darse a conocer muchos de los grupos de la Nueva Ola. Era una abuela convencional que un día decidió acompañar a su nieto a un concierto de rock. Este evento cambió su vida para siempre, pues aquella primera experiencia le entusiasmó tanto que a partir de entonces no perdió la oportunidad de asistir a cualquier concierto de metal que se le presentara la oportunidad. Pronto llamó la atención aquella octogenaria que en primera fila jaleaba a sus grupos favoritos, llegando a ser una figura popular y querida en aquel Madrid de los años 80, especialmente entre la comunidad metalera, llegando a colaborar en programas de radio y televisión y teniendo incluso una sección pro

  Erigido en 1680, esta columna estaba situada junto a la antigua ermita, ya desaparecida, del Santísimo Cristo de la Guía, en el mismo lugar donde existe una parroquia moderna con la misma denominación, a la altura de la Calle Casalarreina, 26 del distrito de Vicálvaro . El humilladero es un testigo del pasado rural de Vicálvaro que se ha conservado milagrosamente a través de varios siglos. Este tipo  de señalización religiosa es equivalente a los cruceiros gallegos o los esconjuraderos aragoneses y también a pequeñas capillas que a menudo se colocaban en las entradas y salidas de las poblaciones. Vicálvaro, hoy integrado en Madrid,  fue una población independiente hasta 1951 que fue anexionada a la capital, era un pueblo de cierta importancia, algo alejado del centro de Madrid y la presencia de este "crucero", junto con la ermita mencionada y de la inmediata cercanía a la población, podría obedecer a un cruce de caminos entre Madrid, Vallecas, Canillejas y la ermita del C