Erigido en 1680, esta columna estaba situada junto a la antigua ermita, ya desaparecida, del Santísimo Cristo de la Guía, en el mismo lugar donde existe una parroquia moderna con la misma denominación, a la altura de la Calle Casalarreina, 26 del distrito de Vicálvaro . El humilladero es un testigo del pasado rural de Vicálvaro que se ha conservado milagrosamente a través de varios siglos. Este tipo de señalización religiosa es equivalente a los cruceiros gallegos o los esconjuraderos aragoneses y también a pequeñas capillas que a menudo se colocaban en las entradas y salidas de las poblaciones. Vicálvaro, hoy integrado en Madrid, fue una población independiente hasta 1951 que fue anexionada a la capital, era un pueblo de cierta importancia, algo alejado del centro de Madrid y la presencia de este "crucero", junto con la ermita mencionada y de la inmediata cercanía a la población, podría obedecer a un cruce de caminos entre Madrid, Vallecas, Canillejas y la ermita del Cristo de Rivas, que siempre ha sido de gran devoción en en esta zona. La columna que sostiene una sencilla cruz de hierro, la cual sustituyó a la original, tiene unas inscripciones en castellano antiguo en dos de las caras de la base, donde nos otorga la información acerca de su mentor, un devoto llamado Francisco Pinilla. Allí se puede leer lo siguiente: A ONRA Y G / LORYA DE / DIOS ÑR S / Y DE SV BIEN / DIO DE LIM / OSNA ESTA / CRVZ FRANCISCO. Y en la segunda : DE FRANCISCO PI / NILLA EL / AÑO DE 1680.
Recientemente hubo una polémica a través de Twitter por la utilización de pintura blanca para tapar unas pintadas con las que se había vandalizado el monumento. La chapuza causó gran indignación entre los vecinos de Vicálvaro. Felizmente, la columna ha sido restaurada en su totalidad, resaltando incluso las inscripciones originales.
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