Monumento a Ángeles Rodríguez Hidalgo, "La abuela rockera"

(Ángeles Rodríguez Hidalgo 1900-1993) fue una mujer humilde que al enviudar a los 41 años, alternó trabajos para criar a sus cinco hijos. Vivía en el barrio de Vallecas, donde el rock, especialmente en su versión heavy metal era muy popular en la década de 1980, en contraposición a otras zonas de Madrid donde comenzaban a darse a conocer muchos de los grupos de la Nueva Ola. Era una abuela convencional que un día decidió acompañar a su nieto a un concierto de rock. Este evento cambió su vida para siempre, pues aquella primera experiencia le entusiasmó tanto que a partir de entonces no perdió la oportunidad de asistir a cualquier concierto de metal que se le presentara la oportunidad. Pronto llamó la atención aquella octogenaria que en primera fila jaleaba a sus grupos favoritos, llegando a ser una figura popular y querida en aquel Madrid de los años 80, especialmente entre la comunidad metalera, llegando a colaborar en programas de radio y televisión y teniendo incluso una sección propia ,"Abuela consulta" en Heavy Rock, una revista del genero, donde exponía su opinión sobre las distintas bandas, respondía preguntas y aconsejaba a los lectores. Desgraciadamente para su nueva afición y quizás debido a su avanzada edad, el exceso de decibelios o una mezcla de ambos, la sordera terminó alejándola de los festivales. Es conocida su imagen en la portada del disco Toca Madera de la banda heavy Panzer, en la que aparece vestida con la típica chupa de cuero tachonado y haciendo el característico signo de los cuernos popularizado por el grupo AC/DC del que era ferviente seguidora. Precisamente ésta es la imagen que podemos ver en el busto del transitado Bulevar situado en el Puente de Vallecas. La escultura de bronce de la artista Carmen Jorba se financió a través de un concierto que se celebró en 1994 en la sala Canciller II donde actuaron todos esos grupos que a ella le gustaban: Labanda, Ñu, Asfalto, Sobredosis, Esturión... Finalmente, el monumento se inauguró seis años después de la muerte de Ángeles, en 1999 y se trata de uno de los primeros homenajes dedicados a un personaje de la cultura popular en toda España. Posteriormente algunos vándalos rompieron los dedos índice y meñique de la estatua, justamente los que representaban los cuernos (quizás pensando que se trataba de un símbolo satánico) y durante algunos años la mano de la abuela pareció representar con el puño en alto, el saludo comunista. Desde aquel entonces ha sido reparado y ahora luce en todo su esplendor, constituyendo un curioso tributo a una personalidad inesperada en la cultura pop.