Hoy 27 de julio es la festividad de San Pantaleón y como es habitual por estas fechas, se produce un extraordinario evento fuera de toda lógica que no sea la que mueve la fe. El lugar donde tiene lugar este prodigio es el Real Monasterio de la Encarnación, cerca del Palacio Real. Allí, dentro de una vitrina, se encuentra una diminuta ampolla que contiene la sangre de San Pantaleón, un médico del siglo III que vivió en la actual Turquía y que fue martirizado durante la persecución de Diocleciano a los cristianos en el año 308. Tras ser decapitado bajo una higuera seca, ésta reverdeció de nuevo, al contacto de su sangre. Su nombre, procedente del griego (Παντελεήμων) significa "el que se compadece de todos" y es representado con una cruz y un escalpelo.
La sangre de San Pantaleón que se conserva en Madrid permanece en estado sólido dentro de una pequeña ampolla, en la que también hay un diminuto hueso atribuible al martir. Esta sangre tiene la extraña virtud de volverse líquida en la víspera de la festividad del santo. Este milagro se produce año tras año sin faltar ninguno a su cita anual, algo que de no acontecer, según cuenta la leyenda, se ocasionarian grandes y terribles catástrofes.
El prodigio puede ser visible por todos los fieles que se acerquen por la iglesia de la Encarnación durante estos días. Para facilitar la observación del proceso de la licuación, se han habilitado dos monitores con un circuito cerrado de televisión en el que se puede corroborar, a través de una imagen ampliada de la ampolla, que la sangre de San Pantaleón se vuelve líquida una vez más, hoy y cada 27 de julio.
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Real Monasterio de La Encarnación Plaza de la Encarnación, 1, 28013 Madrid.
Metro, Opera. L2 y R.
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