Desde el exterior, este pequeño edificio pasa desapercibido para la mayoría de las personas que caminan por la Gran Vía. Sin embargo, justo detrás de esta importante arteria de la ciudad de Madrid, hay una iglesia cuya austera fachada no revela ninguna pista de lo que esconde su interior y que por sus frescos ha sido denominada La Capilla Sixtina de Madrid. Al igual que la ermita de San Antonio de la Florida , esta iglesia está dedicada al franciscano portugués San Antonio de Padua, ( Lisboa 1195, Padua, 1231) de gran veneración en Portugal. La iglesia se edificó en 1606 como edificio complementario del Hospital de San Antonio de los Portugueses que atendía a ciudadanos de éste país y por ello la decoración está dedicada a ocho santos, la mayor parte lusos como San Fructuoso, San Damaso, Santa Irene, Santa Sabina, San Gonzalo, Santa Julia, Santa Beatriz de Silva, y San Amadeo de Silva. Por ello, s obre la puerta de entrada al templo se encuentra un gran escudo del Reino de Port
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