El madrileño Críspulo Moro Cabeza (1878-1935) es uno de los más importantes referentes de la arquitectura modernista de la capital. Aunque especializado en construir edificios de viviendas para la clase acomodada de la sociedad madrileña de principios del siglo XX, su obra más conocida,sin embargo, es el cine Doré, hoy sede de la Filmoteca Nacional, es un raro ejemplo de arquitectura modernista de estilo afrancesado.Pero más allá de esta obra icónica, quizás su obra más personal sea el edificio que lleva su nombre en la calle Alfonso XII, frente al parque del Retiro. Finalizado en 1922, este edificio residencial tiene una fachada curvada y un torreón con 8 ventanas rematado por una llamativa cúpula bulbosa que define de una manera particular a este inmueble y lo asemeja a un palacio oriental. Precisamente, esta cúpula colapsó en mayo de 2020, siendo restaurada recientemente. En el exterior, aparte de la cúpula, destacan la disposición de las distintas plantas y las ventanas en arco bajo la única terraza que bordea el edificio. Precisamente la parte superior está decorada con una marquesina y azulejos de color azul metálico. También son reseñables los forjados de la puerta principal y de las ventanas. De su interior llama la atención la colorida decoración al trencadís que cubre las paredes y techo de la entrada del edificio y que le da un aire gaudiniano poco usual en la capital.
Un trozo de la historia de Madrid se encuentra en el interior de un anodino garaje subterráneo y constituye una agradable sorpresa para aquellos que buscan aparcamiento por las inmediaciones del Palacio Real. En efecto; se trata de los restos de la llamada Torre de los Huesos, construida en el siglo XI por los habitantes musulmanes del Madrid de aquella época cuando aún se llamaba Maǧrīţ. Se trataba de una torre de vigilancia situada en el exterior del recinto amurallado, junto al cauce del antiguo Arroyo del Arenal, establecida aquí dos siglos después de la construcción de las murallas musulmanas en el siglo IX. Su función consistiría en avisar del posible acercamiento de tropas de los reinos cristianos del norte en sus incursiones de saqueo por esta zona del centro de la Península. El nombre de esta atalaya deriva de la Huesa del Raf, el antiguo cementerio islámico, en cuyas cercanías se hallaba la torre. Cuando Alfonso VI conquistó la ciudad, la torre pasó a formar parte ...
Comentarios
Publicar un comentario