En el Parque de El Retiro, llegando el mes de mayo, existe un lugar que destaca en todo el recinto. Se trata de un recinto elíptico rodeado de setos de arizonica que conocemos como la Rosaleda o también por la Rosaleda de Cecilio Rodríguez. El lugar debe su nombre al que por 1915 era el Jardinero Mayor del Retiro y Director de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid, el cual se encargó de diseñar y realizar este espacio, inspirado en La Rosaleda de Bagatelle de París y para ello trajo ejemplares de rosas de los principales jardines europeos.
Anteriormente, en esta localización se encontraba un estanque artificial donde se solía patinar en invierno, pero al ser un lugar soleado donde no duraba mucho el hielo, fue luego trasladado al llamado Campo Grande. Antes de ser transformado en el jardín que hoy conocemos, existió aquí un gran invernadero cedido por el marqués de Salamanca (al que debe su nombre el barrio madrileño del mismo nombre) que instaló un gran invernadero o estufa que anteriormente estaba situado en los jardines de su palacio en el paseo de Recoletos. De allí también proceden las dos fuentes que hoy podemos aquí contemplar: la del Fauno y la de Cupido. La antigua instalación ocupaba el centro del jardín, justo donde hoy se encuentra el estanque, cuyos límites actuales coinciden con aquella construcción. Todo aquel conjunto fue arrasado durante la Guerra Civil, hasta que en 1941 se volvieron a plantar 4.000 rosales de nuevo.
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una de las entradas de la Rosaleda |
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el estanque central |
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fuente del fauno |
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Variedad de rosa, en este caso de la variedad violon de Ingres, procedente de Francia |
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