A la antigua estación de Gran Vía, una de las estaciones más antiguas de metro, construida entre los años 1917 y 1919, se accedía a través de un templete diseñado por Antonio Palacios. El pabellón albergaba un antiguo ascensor que supuso una gran novedad en aquel tiempo cuando se puso en marcha en 1920. También se podía acceder a través de una escalera de caracol que lo rodeaba. Pero en los años sesenta, las escaleras mecánicas comenzaron a ser frecuentes en la red de metro y en una nueva remodelación en 1970 se decidió quitar el ascensor y la escalera y tapar el hueco. Los responsables del Ayuntamiento igualmente decidieron desmontar el antiguo pabellón, pero al menos en esta ocasión no sirvió para ser utilizado en otros edificios y por ello fue trasladado y montado de nuevo en Porriño (Pontevedra) localidad natal de Palacios, donde aún permanece en la actualidad, situado en un parque de esa localidad.
Recuperar el templete original fue imposible, pues el municipio de Porriño se negó en redondo a esa posibilidad. Así que casi 100 años después, en 2018 cuando se iniciaron las obras de remodelación de la estación, las autoridades de la Comunidad Autónoma de Madrid (De quien depende la red metropolitana) decidieron crear una réplica exacta del original, hasta tal punto que se usó piedra de la misma cantera y se hizo volar un dron para observar los detalles que pudieran escaparse de la estructura. Estaba previsto inaugurar el replicado monumento en 2019 coincidiendo con el centenario de la inauguración del metro de Madrid. Sin embargo los retrasos ocasionados por el hallazgo de restos de la antigua estación que pueden verse en el museo que existe en la misma estación así como los efectos de la Pandemia de Covid-19 hicieron que la inauguración se atrasara hasta 2021, más de 100 años después del primero.
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